En el paciente con pie diabético, el progreso de su enfermedad produce en los pies alteraciones tanto en las arterias como en los nervios, lo que le producen deficiencias en la circulación de la sangre, pérdida de sensibilidad y de movimiento.

De acuerdo con los especialistas, un pie en estas condiciones queda expuesto a traumatismos, cortes y quemaduras, sin que la persona se dé cuenta, estas lesiones después se convierten en ulceras que de infectarse son de difícil tratamiento, lo que puede llevar a infecciones profundas y tener que pensar en la amputación.

La prevención es el pilar fundamental del tratamiento, es la única capaz de reducir al máximo las consecuencias, ella implica la adopción de varias medidas como son:

• Visita regular a su médico tratante para el adecuado control metabólico.
• Garantizar cumplir con la dieta, los ejercicios y el tratamiento farmacológico.
• Identificar y corregir precozmente los factores de riesgo modificables para el pie diabético.
• Educación Diabetológica adecuada.
• El correcto cuidado de los pies.